martes, 20 de julio de 2010

Tristeza en estado puro

Clavo mi mirada en esos inescrutables ojos y veo algo distinto en ellos. El intenso color verde azulado que solía destacar a primera vista ha cambiado y se ha convertido en un verde grisáceo vacío de colorido y vida.
Pero no sólo su color es distinto, también la expresión que tienen ha cambiado. Los recordaba grandes, vivarachos, con ganas de contagiar alegría con sólo mirarte una vez. Pero esa mirada que sonreía aún sin boca ni dientes, se ha vuelto la más oscura y apagada que he visto nunca.
Sin color, sin alegría, sin expresividad, como si algo desconocido los hubiera cambiado desde dentro. Una mirada perdida, sin rumbo, llena de dolor y pena ocultos de los que no se puede deshacer.
Llena de impotencia y consciente de una realidad que cada vez resulta más difícil de esconder, decido quitar la mirada del espejo y volver a encerrarme en las páginas de un libro, en el cual la vida es más apetecible que mi auténtica realidad.

1 comentario:

  1. Desconocía tus dotes de artista. Bonita forma de escribir. Ánimo y nunca dejes de contarnos lo que sientes. Un besazo desde Alicante Sarita...

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