jueves, 21 de marzo de 2013

El poder del silencio



Todas las mañanas caminaban juntos. El uno junto al otro.
Sin hablarse, sin tocarse.

Ella era feliz andando a su lado.
Él era feliz viéndola feliz a ella.

Se miraban, sonreían. Todo era fácil, real, intenso.

Ella lo sabía en su interior y no dijo nada.
Él también lo sabía y no se atrevió a decirlo.



Un día él no estaba tan feliz.
Él no se levantó para caminar con ella.

Al día siguiente sí caminaron de nuevo.
Se miraron pero no sonrieron.



Ella no se atrevió a pararlo. Él no supo si debía hacerlo.



Él no volvió a caminar a su lado. Ella supo que tendría que aprender a caminar sola.

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